Antón Kalakin, de Irkutsk, es un skinhead antifascista conocido en la comunidad punk con el apodo de Antón “69” (una referencia al término Spirit of ’69 dentro de la subcultura). Participó en iniciativas anarquistas y solidarias, asistía con frecuencia a conciertos punk y ayudaba a animales callejeros. Antón fue condenado a seis años de prisión acusado de “justificación del terrorismo” por comentarios antibélicos publicados en Telegram.
En abril de 2025, las fuerzas especiales realizaron una redada en el apartamento donde Antón vivía con su madre. La investigación le imputó dos publicaciones: una en respuesta a una declaración del gobernador que daba prioridad al gasto militar sobre la reparación de escuelas (su respuesta fue interpretada como una amenaza) y otra de carácter antibélico, en la que pedía un trato humano para los prisioneros de guerra ucranianos.
En mayo de 2025, Kalakin fue incluido en la lista oficial de “terroristas y extremistas” mantenida por el gobierno ruso.
La madre de Kalakin agradeció a todos los que respondieron al llamamiento y también declaró:
«Tengo la intención de luchar por mi hijo. No hay ni una gota de sangre en sus manos. He criado a una persona honesta y sensible al dolor ajeno, y quienes lo conocen pueden confirmarlo. Por eso digo: condenar a la gente a esos plazos por comentarios en Internet es inhumano. Es una crueldad terrible, injustificada, y un acto de odio. A quienes toman esas decisiones monstruosas —y ellos mismos bien saben lo que son— quiero gritarles, no a la pantalla del televisor, sino directamente a la cara: ¡sois bestias, señores!»