El 8 de marzo en Barcelona, mujeres ucranianas y rusas participaron en la marcha feminista exigiendo la liberación de todas las mujeres encarceladas bajo el régimen ruso.
Las ucranianas reclamaron la liberación de prisioneras políticas y civiles que siguen en cautiverio debido a la agresión rusa. Antes de la marcha, realizaron una acción en la Plaza de Sant Jaume.
Las mujeres rusas denunciaron el encarcelamiento de activistas políticas en Rusia, perseguidas por su oposición a la guerra y a la dictadura, así como de aquellas condenadas bajo leyes antifeministas.
En Madrid, feministas rusas salieron con una pancarta que decía:
‘LAS MUJERES RUSAS CONTRA DICTADURAS Y GUERRAS ¡EUROPA, NINGÚN TRATO CON PUTIN!»