3 años de resistencia

Ucrania está luchando con recursos limitados, incapaz de desplegar completamente su potencial. Mientras tanto, Rusia, con un ejército más grande y más recursos, continúa su terror contra civiles, ejecuciones de prisioneros, destrucción de infraestructura y amenazas de guerra nuclear. A pesar de todos estos esfuerzos, Rusia no ha logrado un éxito significativo, lo que resalta el coraje y la determinación de Ucrania.

Rusia está promoviendo el autoritarismo y la política de derecha, apoyando movimientos de extrema derecha en Europa. La cooperación entre Trump y Putin fortalece estos movimientos en Europa, mientras que Musk respalda a grupos populistas de derecha utilizando su influencia en los medios y el sector tecnológico. Rusia apoya a los mismos grupos a través de operaciones de desestabilización e interferencia electoral, lo que aumenta la amenaza para la democracia.

Los ucranianos, incluidos antifascistas, socialistas y voluntarios internacionales, están en la primera línea de la lucha contra el autoritarismo y el fascismo del siglo XXI, enfrentándose a los invasores rusos y norcoreanos.

El apoyo de Trump a la agresión rusa refleja las políticas de Putin, creando un peligroso precedente para la seguridad global, similar al apaciguamiento de la Alemania nazi en los años 30. El mundo corre el riesgo de repetir los errores del pasado si no responde con firmeza a las nuevas formas de fascismo y expansionismo promovidas por Rusia.

Antifascistas, izquierdistas y todos aquellos que valoran la libertad deben reconocer la amenaza que representa Rusia, la cual afecta no solo a Ucrania, sino también al futuro de Europa y del mundo entero. Europa debe unirse en la lucha contra el agresor. Solo juntos podemos detener la propagación del nuevo fascismo que Putin, Musk, Trump y sus seguidores intentan imponer. Esta no es solo una lucha por la independencia de Ucrania, sino también por el futuro de la libertad en todo el mundo