Energodar es una ciudad en el sur de Ucrania, situada cerca de Crimea ocupada, desde donde Rusia lanzó su ofensiva. Como Ucrania no esperaba una invasión a gran escala, la ciudad fue tomada durante la primera semana de la guerra, a pesar de la masiva resistencia civil.
La ciudad alberga la central nuclear de Zaporizhzhya, la mayor de Europa y la novena del mundo.
Durante la toma de la ciudad, el ejército ruso disparó directamente hacia la central nuclear, poniendo en peligro la seguridad nuclear no solo de Ucrania, sino de todo el continente. Edificios cercanos a la planta fueron alcanzados, se desataron incendios y existía una amenaza real de que los proyectiles impactaran en los depósitos de material nuclear. Por primera vez en la historia mundial, se llevaron a cabo combates activos en las inmediaciones de una central nuclear en funcionamiento — y fue Rusia quien lo hizo.
La ocupación de Energodar estuvo acompañada de represiones masivas: filtraciones, interrogatorios, confiscación de teléfonos y persecución de cualquier persona que pareciera desleal.
Hablamos con uno de los que logró escapar — un punk ucraniano y antifascista que sobrevivió a la ocupación y huyó a Europa. Por razones de seguridad, pidió permanecer en el anonimato. Su testimonio es una viva muestra de cómo era la vida bajo la ocupación rusa. Verificamos sus palabras con otras fuentes — su historia coincide con decenas de testimonios similares procedentes de Energodar.
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